Blogueros con el Papa

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martes, 8 de septiembre de 2015

La Tradición Espiritual de la Natividad de la Virgen María




“La fiesta que nos ocupa hoy es un vínculo entre el Antiguo y Nuevo Testamento. Muestra que la Verdad es seguida por símbolos y figuras y que la Nueva Alianza reemplaza a la Antigua. De allí que toda la Creación canta con alegría, exalta y participa en la alegría de este día. Este es, en efecto, el día en que el Creador del mundo reconstruyó Su Templo; hoy es el día en el cual, por un estupendo proyecto, una creatura se convierte en la morada escogida por el Creador”


–San Andrés de Creta-

La Iglesia ha instituido la Fiesta de la Natividad de María que se celebra el 8 de Septiembre. El Evangelio no aporta datos del Nacimiento de María, pero hay varias tradiciones. Entre ellas, una que considerando a María descendiente de David, señala que nació en Belén. Hay otra tradición griega y la armenia, que señala que nació en Nazaret. 
     Basílica de Santa Ana en Jerusalén


No obstante estas diversas corrientes, la que más prevalece es la del Protoevangelio apócrifo de Santiago, del siglo II después de C., que coloca su nacimiento en Jerusalén, en el lugar que debió existir una basílica en honor a María Santísima, junto a la piscina probática (o Siloé), según relatan testimonios que datan entre los años 400 y 600; tradición que se relaciona con el actual Santuario de Santa Ana. Según esta tradición, debajo de esta basílica se encontraba la casa de Joaquín y Ana, los santos padres de María. Después del año 603, el Patriarca Sofronio afirma que ése es el lugar donde nació la Virgen. Posteriormente, la arqueología fue confirmando esta tradición.  Esta fiesta es muy relevante en Jerusalén, cuna de las 3 religiones monoteístas, por la acción unificadora de María, no sólo para los cristianos, sino también para los judíos y musulmanes. Este santuario fue el único que no destruyeron durante las cruzadas.


La casa natal de María corrió la misma suerte que el resto de Jerusalén, con las persecuciones, la destrucción del Templo, su transformación en un centro de culto pagano, la diáspora del pueblo judío, etc. Fue Santa Elena, madre del Emperador Constantino quien intercedió por la libertad de culto de los cristianos. En la primera mitad del siglo IV, mandó realizar las excavaciones que permitieron encontrar las huellas entre las construcciones, entre las ruinas de un oratorio que la tradición señalaba que era la casa natal de María.


Giotto, Scrovegni Chapel. Padua, 1305.



En el Concilio de Éfeso III, el año 431, se legitimó el título de Madre de Dios para María, habiendo florecido las fiestas marianas en el Calendario Litúrgico, entre ellas, la de la Natividad, la Anunciación, la Presentación en el Templo y la Dormición. La fiesta de la Natividad se remonta a la primera mitad del siglo V, en tiempos del patriarca Juvenal y de la emperatriz Eudosia, cuando se llevó a cabo la dedicación de la Basílica de Santa María. Después pasó a Constantinopla. Se empezó a celebrar en Roma hasta el siglo VII.

Hasta el siglo V, sólo se celebraban los nacimientos de Jesús y San Juan Bautista; mientras que a los demás santos sólo se les celebraba el día de su muerte, para indicar la fecha en que habían nacido para la vida eterna.  Con el nacimiento de María, se hizo una excepción, aunque ni los evangelios hablan de eso y los apócrifos poco lo relatan. La tradición cristiana lo aceptó y la Iglesia nos convoca a celebrarlo con alegría.

Los evangelios apócrifos del Pseudo-Mateo y el de la Natividad de María mencionan la situación tan extrema en que vivía Joaquín, padre de María antes de su nacimiento. Vivía apartado de su esposa Ana y muy triste por haber sido rechazado en el templo y no haber sido bendecido, ya que no tenía descendencia y eso era considerado oprobio para los judíos, a pesar de ser un rico miembro de las 12 tribus de Israel.
Lugar donde nació María, bajo la Basílica


Se le aparece un ángel a Joaquín mientras estaba con su rebaño y le invita a volver a su casa porque su mujer estaba embarazada. Joaquín invita al ángel a entrar a su tienda y consumir un cordero, pero el ángel le pide que mejor lo ofrezca en sacrificio. Así lo hizo y el ángel sube al cielo junto con el humo. Cuando Joaquín llega a Jerusalén, se produce un encuentro con Ana en la Puerta Dorada, actual ‘Puerta de la Misericordia’, un acceso a la ciudad construido en el siglo V, cuya barda fue construida por el sultán Soleimán en 1541. Según la tradición judía, por esa puerta entrará el Mesías el día del Juicio Final.

La fiesta tiene una orientación salvífica, cristológica, que nos permite contemplar la esencia de María, como bien lo manifiesta la Liturgia:

Miqueas 5, 1-4ª. El profeta anuncia la venida del Señor a Israel que vendrá de Belén de Judá. La Madre del Mesías se presenta como una mujer que pronto dará luz y dará vida al príncipe y pastor de la casa de David, que traerá justicia y paz. Ella trabajará al lado del Mesías para formar un nuevo pueblo.

Romanos 8, 28-30.  Este pasaje no habla directamente de María, sino acerca del creyente justificado por la gracia de Cristo y dotado con el Espíritu que vive en su alma. Él o Ella han sido escogidos y llamados desde la eternidad para compartir la vida y la gloria de Cristo.  Esto también se manifiesta en María, pero de una manera privilegiada, como Esposa y Templo del Espíritu Santo, Madre del Hijo de Dios e íntimamente unida a Él en un plan divino de predestinación y gracia.

Mateo 1: 1-16, 18-23. El significado de esta genealogía es teológicamente profundo: coloca a Jesús, el Señor y Mesías, dentro del árbol genealógico de su pueblo. Es descendiente, y de hecho “el descendiente” de Abraham (Gál. 3, 16) y de los patriarcas de acuerdo a las promesas, siendo Él semi-heredero de los Profetas.  El anillo de compromiso que une a Cristo con su pueblo es precisamente María, Hija de Sión y Madre del Señor.  La virginidad es enfatizada por el texto del Evangelio como signo del origen divino del Hijo.

También el propósito Cristológico no sólo predomina en la Biblia, sino también en la celebración Eucarística y en la Liturgia de las Horas. Se puede observar que aunque los textos de esta Fiesta son menos ricos que los de otras fiestas marianas, tienen una característica digna de notarse: El número de temas es más bien restringido, pero abundan las invitaciones a la alegría. De hecho, el tema de la alegría se extiende por toda la liturgia de la Fiesta. Si muchos se han de regocijar con el nacimiento del precursor (Lc 1, 14), mucha más alegría se derrochará por el nacimiento de la Madre del Salvador. Por lo tanto, esta es una fiesta que sirve de preludio a ‘la alegría del pueblo’ que se manifestará con el Nacimiento del Hijo de Dios en Navidad, que generalmente se expresa con himnos y villancicos.

A este tema de la alegría en esta fiesta mariana, podemos agregar el de la luz porque con el nacimiento de María, se dispersa la oscuridad y hay un nuevo amanecer para el mundo que anuncia el Sol de Justicia, Cristo el Señor.

En el Antiguo Testamento, ya se vislumbraba el rol de María en la Economía de la Salvación.  En Lumen Gentium 55 se explica:

“La Sagrada Escritura del Antiguo y del Nuevo Testamento y la venerable Tradición, muestran en forma cada vez más clara el oficio de la Madre del Salvador en la economía de la salvación y, por así decirlo, lo muestran ante los ojos. Los libros del Antiguo Testamento describen la historia de la salvación, en la cual se prepara, paso a paso, el advenimiento de Cristo al mundo. Estos primeros documentos, tal como son leídos en la Iglesia y son entendidos a la luz de una ulterior y más plena revelación, cada vez con mayor claridad iluminan la figura de la mujer Madre del Redentor. Ella misma, es esbozada bajo esta luz proféticamente en la promesa de victoria sobre la serpiente, dada a nuestros primeros padres, caídos en pecado (cf. Gén., 3, 15). Así también, ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será Emanuel (Cf. Is., 7, 14; Miq., 5, 2-3; Mt., 1, 22-23). Ella misma sobresale entre los humildes y pobres del Señor, que de Él con confianza esperan y reciben la salvación. En fin, con ella, excelsa Hija de Sión, tras larga espera de la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y se inaugura la nueva Economía, cuando el Hijo de Dios asumió de ella la naturaleza humana para librar al hombre del pecado mediante los misterios de su carne.”

            El nacimiento de María es ordenado particularmente hacia su misión como Madre del Salvador. Su existencia es indisolublemente conectada a la de Cristo: con un plan único de gracia. El misterioso plan de Dios acerca de la Encarnación de la Palabra incluye a la Virgen que es su Madre. De esta manera, el Nacimiento de María ha sido insertado en la Historia de la Salvación.

El Diario de Adoración Bizantino nos brinda esta oración, que se llama ‘El Nacimiento de María, tomado de Las Horas de Catherine de Cleves:

            “Acérquense, todos los fieles, apresúrense a la Virgen: Porque mucho antes de su concepción en el vientre, la que nació del brote de Jesé estaba destinada a ser la Madre de Dios. La que es el tesoro de la virginidad, el floreciente callado de Aarón, objeto de las profecías, la niña de Joaquín y Ana, ha nacido hoy y el mundo se ha renovado en Ella. Por su nacimiento, Ella inunda la Iglesia con su esplendor. O santo Templo, Vaso de Dios, modelo de Vírgenes y fortaleza de reyes: En ti, la maravillosa unión de dos naturalezas se ha cristalizado. Nosotros lo adoramos a Él y glorificamos tu purísimo nacimiento y te magnificamos”.

-Yvette Camou-

Referencias Bibliográficas:

Biblia de América. Editorial Verbo Divino. 2008. Aprobada por las Conferencias Episcopales de México y Chile.

Foley, Leonard. OFM. "Birth of the Blessed Virgin Mary". Franciscan Media. 2012.

Holweck, Frederick. "Feast of the Nativity of the Blessed Virgin Mary." The Catholic Encyclopedia. Vol. 10. New York: Robert Appleton Company, 1911. 7 Aug. 2013.

Papa Pablo VI. ‘Lumen Gentium’. Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II. No. 55.  1965. Vatican.va.  

Roten, Johann, SM.  “The History of the Liturgical Celebration of Mary's Birth”.  University of Chicago Press. Págs. 441-442. 2010.

Valentini, A. Dictionary of Mary. Catholic Books Company.  1985.  Págs. 36-37.



viernes, 14 de agosto de 2015

El Papa Francisco inició su Devoción Mariana con María Auxiliadora.







Desde el primer día de su pontificado, el Papa Francisco ha demostrado que entiende el lenguaje del corazón. Quiso iniciar su pontificado rezando un Padre Nuestro, un Ave María y Gloria. Con un corazón lleno de gratitud y humilde se dirigía a los fieles, implorando su bendición, con este dulce saludo:

Hermanos y Hermanas, ¡Buenas Noches!"
"Sabéis que el deber del Cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo... Pero estamos aquí... Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo: ¡Gracias! Y antes que nada, querría hacer una oración por nuestro Obispo Emérito, Benedicto XVI. Recemos todos juntos por él, para que el Señor le bendiga y la Virgen lo custodie. "

Su encuentro con los salesianos en Argentina fue desde su niñez, gracias a sus padres.  En ‘El Jesuita’, un libro de conversaciones escrito por Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti , relata: “Se conocieron en 1934 en misa, en el oratorio salesiano de San Antonio, en el barrio porteño de Almagro, al que pertenecían. Se casaron al año siguiente. Ella era hija de una piamontesa y de un argentino descendiente de genoveses.  Mi padre provenía del norte de Italia, era piamontés, de un pueblo llamado Portacomano. Era contador”.


Su devoción a María Auxiliadora tiene profundas raíces. Fue bautizado en la Catedral de María Auxiliadora de Buenos Aires el 25 de Diciembre de 1936, por un sacerdote salesiano, Enrico Pozzoli, SDB,  cuando tenía una semana de vida. Asistió al colegio salesiano  Wilfrid Barón  de los Santos Ángeles en Ramos Mejía de Buenos Aires- y su equipo de futbol favorito ha sido ‘San Lorenzo de Almagro’, cuyo uniforme porta los colores de María Auxiliadora. Dicho equipo fue fundado por un sacerdote salesiano, Don Lorenzo Mazza. Cierta vez, los manejadores del equipo decidieron cambiar los colores del uniforme; pero muy pronto recibieron una llamada del entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio de Buenos Aires, quien les pidió que no cambiaran los colores de María Auxiliadora. Así se hizo. Desde el Vaticano sigue con alegría a su equipo favorito.

Sobre el Padre Pozzoli, escribió una misiva especial, dirigida al historiador salesiano Cayetano Bruno, donde relata su relación, cuya influencia se hizo sentir más tarde en el ámbito jesuita, con cariño y el sentido de humor que lo caracteriza escribe: “se edificaron 5 Iglesias grandes, se movilizó organizadamente a los chicos de la zona... y solamente sábados por la tarde y domingos a la mañana... Entonces vino la acusación de que ése no era apostolado propio de jesuitas; que yo había salesianizado (sic!) la formación. Me acusan de ser un jesuita pro-salesiano, y quizás esto haga que mis recuerdos sean algo parciales... pero me quedo tranquilo porque mi interlocutor de este instante es un salesiano pro-jesuita, y él sabrá discernir las cosas”. De su experiencia en Ramos Mejía dice: “las realidades vividas en el Colegio las había vivido bien: sin distorsiones, con realismo, con sentido de responsabilidad y horizonte de trascendencia. Esta cultura católica es –a mi juicio– lo mejor que he recibido en Ramos Mejía”.


El domingo 21 de Junio, el Papa Francisco visitó Turín, reuniéndose con los sacerdotes salesianos y las hijas de María Auxiliadora en la basílica de María Auxiliadora, en ocasión de la celebración de los doscientos años del nacimiento de don Bosco. Llevaba un discurso preparado, pero se lo entregó al Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, habiendo preferido dirigirse a ellos espontáneamente, sintiendo la atmósfera de familia.  Allí expresó su cariño filial a la Virgen, a Don Bosco y a la familia: “Estoy muy agradecido a la familia salesiana por lo que han hecho por mí y mi familia”, dijo el Papa, y contó que su madre, después del quinto parto quedó paralizada y le enviaron a su hermano y a él a un internado salesiano. “Allí aprendí a amar la Virgen”.

Prosiguió: “Él (San Juan Bosco) oraba siempre a María Auxiliadora y seguía adelante. No tenía muchos cálculos. Mi experiencia salesiana ha sido la del colegio, la de la familia”. Una práctica muy común en él: “Cuando encontraba a un salesiano, pedía la bendición de María Auxiliadora, esto me ha ayudado a seguir adelante en la oración  y la vocación”, indicó.


Como conocedor del carisma salesiano, destacó los siguientes aspectos:

  • El rol de la afectividad. Juan Bosco ha hecho una gran obra gracias al énfasis del método educativo salesiano en promover la “afectividad” de los más chicos y aseguró que no se puede entender al fundador de los salesianos sin conocer a la mamá del propio fundador, Mamá Margarita. Enfatizó cómo esta mamá ha marcado el corazón de este hijo atento a los jóvenes”, expresó un aspecto de la vida de Don Bosco que el Papa reconoce como suyo, debido a su relación especial con su abuela Rosa, piamontesa, madre de su padre, que también mencionó en la homilía de ese día. Como ya lo ha hecho en otras ocasiones, habló de la fe que sólo las mamás, las abuelas y las mujeres saben pasar de corazón a corazón.
  • Don Bosco defendió su obra contra las corrientes ideológicas. Señaló que Turín es tierra de santos, a pesar de que en su historia las ideologías como el comunismo han perseguido a la Iglesia y a los sacerdotes: “los comedores de sacerdotes” también atentaron contra la “obra de Don Bosco”, recordó. “Don Bosco ha arriesgado su vida con su ministerio”. Tantos hablaron mal de su ministerio sacerdotal y lo persiguieron con hostigamiento.
  • Enseñen a los jóvenes oficio y alegría evangélica.  Les recordó a los salesianos que hay un nuevo desafío en Italia, donde el 40% de los jóvenes está desempleado o no estudia. “Don Bosco enseña la belleza del deporte y de la educación”, constató Francisco.  Asimismo, aplaudió  las escuelas de "artes y oficios" originales de los salesianos. Y luego se preguntó: ¿los salesianos hoy pueden enseñar estos oficios a la medida de la crisis?  “Demos a los muchachos una educación de emergencia. A los jóvenes de la calle hay que darles un oficio”, remarcó.  Abogó por ‘la educación y animación a la belleza de la vida’. “Sí, es verdad hay que darles de comer a los muchachos de la calle: con el estómago vacío, no se puede estudiar, es cierto, pero también hay que enseñar la alegría evangélica”, dijo.
  • Una inquebrantable confianza en Dios. Francisco destaca la “inquebrantable confianza en Dios” que sostuvo la misión sacerdotal del Don Bosco. Confianza que es “sustancia de la vida consagrada”, dice, “para que el servicio al Evangelio y a los hermanos no sea un permanecer prisioneros de nuestras visuales”, “sino un continuo superarnos a nosotros mismos, anclándonos a las realidades eternas y sumergiéndonos en el Señor”. “Ésta es nuestra fecundidad”, puntualizó.
  • Cómo debe ser nuestro servicio a los jóvenes. Fue otro de los aspectos importantes que Francisco quiso destacar de la vida de Don Bosco. Un servicio realizado con “firmeza y constancia, entre obstáculos y fatigas, con la sensibilidad de un corazón generoso”. “Evangelizar educando y educar evangelizando”: en su discurso el Papa invita a evangelizar y a educar a los jóvenes proponiendo un estilo educativo hecho de razón, religión y ternura, universalmente considerado como sistema preventivo”. ¡Mansedumbre y ternura fuerte! – insiste -  y los alienta a “continuar con generosidad y confianza las múltiples actividades en favor de los jóvenes”, sin olvidar a “los chicos de la calle” de don Bosco.
  • Preocupación por los jóvenes expuestos a los vicios, a las drogas y al odio a la Iglesia. En este punto recordó a Don Lorenzo Mazza, salesiano argentino que fundó el Club San Lorenzo en Buenos Aíres, con el espíritu de sacar a los jóvenes del ocio de la calle y de sus peligros.
  • Los 3 amores blancos de Don Bosco. Don Bosco –prosiguió– ha enseñado a los jóvenes a seguir 3 amores: la Virgen, la Eucaristía y el Papa. El Papa Francisco explicó que Don Bosco enseñaba al amor hacía el Sucesor de Pedro porque era el amor no por el líder, sino por la Iglesia que es madre. Al respecto, a los que piden más poder para las mujeres en la Iglesia, les pidió abstenerse de juicios fáciles y funcionalistas. “¿Por qué no nombrar una mujer como jefe de dicasterio? Pero eso es una solución funcionalista”, sostuvo. El Papa se refirió a la Virgen como una figura muy importante para los apóstoles, aún más importante que los mismos apóstoles.
  • Docilidad y Fidelidad a la Iglesia y al Papa. El Obispo de Roma recuerda además la docilidad y fidelidad de Don Bosco a la Iglesia y al Papa. Hoy, se lee en el discurso, “la Iglesia se dirige a ustedes, hijos e hijas espirituales de este gran Santo”, y “los invita a ‘salir’ e ir nuevamente al encuentro de los jóvenes: aquellos de las periferias de las metrópolis, en las áreas de peligro físico y moral, en los contextos sociales en donde faltan tantas cosas materiales, pero sobre todo falta el amor, la comprensión, la ternura, la esperanza”. Tras recordar que el oratorio de don Bosco nació del encuentro con los “chicos de la calle”,  el Papa expresa su deseo de que puedan anunciar a todos la misericordia de Jesús “haciendo ‘oratorio’ en todo lugar, en especial en aquellos más inaccesibles”. Luego de recordar a  las tantas instituciones religiosas que nacieron de la obra de don Bosco, el Pontífice alienta a la familia Salesiana a “seguir por este camino, imitando la fe de quienes los han precedido”.
  • La misión de los Salesianos. Recordó a los misioneros salesianos en África y en América Latina. “No es que yo tenga una obsesión por la Patagonia (risas entre los presentes), Don Bosco ha hecho bien al enviar a las expediciones misioneras allí”. El Pontífice habló de las muchas misiones salesianas en Patagonia y de la historia de una mujer que no abandonaba su devoción a la Virgen Auxiliadora aun después de haber dejado la Iglesia católica por desacuerdo con un sacerdote y haber pasado a la Iglesia evangélica. “Esta es la misionariedad de los salesianos”, dijo indicando la huella indeleble de la evangelización en la afectividad de los salesianos.
  • Un salesiano misionero me ayudó con mi vocación. Fue el mismo sacerdote que lo bautizó, que fue amigo de su familia y les acompañó por varios años. Murió antes de su ordenación sacerdotal, pero el Padre Pozzoli le ayudó en su discernimiento y en los primeros años.
  • Su amistad con el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, SDB. Después de un discurso sazonado con varias expresiones de buen humor y del discurso del Rector Mayor, que es el X Sucesor de Don Bosco, recordó que lo había conocido personalmente en Argentina. “Este es el gallego que nos viene a mandar”, dijo el Papa recordando el encuentro personal con el padre Fernández en ocasión de un retiro de la Juventud en el Santuario de Luján, y agregó: “hemos tenido momentos de buenas relaciones y momentos difíciles”, al mismo tiempo que recordó  “su espíritu de servicio” y las “buenas relaciones”.

A la salida de la Basílica de María Auxiliadora, el Papa saludó a la gente que le esperaba en la calle y les dijo que no se olviden de que una de las características de la verdadera persona que reza, es la alegría y que no se puede tener cara de vinagre. Les pidió también que se dejaran encontrar con Jesús todos los días, y siempre con alegría, insistió. Finalmente les impartió la bendición. Se dirigió al ‘cottolengo’,  fundada por San José Benito Cottolengo, hace dos siglos, es conocida como la ‘Pequeña Casa de la Divina Providencia’, para estar con los enfermos que viven allí y las personas que trabajan con ellos.

Verdaderamente, el Papa Francisco es un fiel discípulo de María Auxiliadora, que lo ha acompañado a lo largo de su vida como Madre, Maestra y Amiga.

-Yvette Camou-  ADMA

Referencias Bibliográficas:

·         Bruno, Cayetano. Carta del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, SJ.  Vatican Insider/La Stampa. 2012. Publicado en el blog ‘Francisco y su Patio Salesiano’.
·         Lattanzi, Mark. “Italian paper publishes account of missionary who baptized Pope”. Catholic News Agency. July 13th, 2013/Il Cittadino.
·         Ramos Díaz, Ary Waldir. “Papa Francisco: Aprendí a amar la Virgen desde chico gracias a los salesianos”. Aleteia. Junio 16, 2015.
·         Romero, José R. et al “Un salesiano misionero me ayudó con mi vocación: gratitud del Papa Francisco a los Salesianos”. CTV/Vatican Radio website. June 15th, 2015.
·         Rubin Sergio, Ambrogetti Francesca, “El Jesuita: Conversaciones con el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, SJ”. Editorial Vergara. Buenos Aires, Argentina. 2013.

viernes, 19 de junio de 2015

El Inmaculado Corazón de María nos trae Paz. Junio 2015


La fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebra el sábado después de Corpus Christi. La Fiesta del Sagrado Corazón es el día anterior (viernes). La Iglesia celebra las dos fiestas en días consecutivos para manifestar que estos dos corazones son inseparables y para que tengamos presente que María siempre nos conduce a Jesús.





Esta fiesta fue instituida en 1944 por el Papa Pío XII para pedirle a María algo muy urgente para el mundo de entonces, que continúa siéndolo aun en el mundo actual: "la paz entre las naciones, libertad para la Iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las virtudes". Esta invocación podría sonar profética ante nuestros oídos aturdidos de información pero con escasa sensibilidad hacia las cosas de Dios. El Papa Juan Pablo II la declaró obligatoria, es decir, que la liturgia de esta conmemoración es para todo el mundo Católico. Escribió el Papa Pío XII: "Ante tu trono nos postramos suplicantes, seguros de alcanzar misericordia, de recibir gracias y el auxilio oportuno...

 Obtén paz y libertad completa a la Iglesia santa de Dios; detén el diluvio del neo-paganismo; fomenta en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, para que los que sirven a Dios aumenten en mérito y número" .

Se basa en el hecho de que después de llegar a los cielos, el Corazón de María sigue intercediendo a favor nuestro. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió en la cruz; y así la veneramos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos su ayuda maternal mientras peregrinamos hacia su Hijo. Ella es la Madre y Maestra que nos enseña el camino más seguro para llegar a Jesús. En su corazón  guarda todas las cosas de Dios. Su Corazón Inmaculado nos ayuda a sanar y consagrar a Dios nuestro propio corazón.

Para que la devoción sea verdadera, no basta dirigirla a sólo a su corazón físico, sino más bien a su vida interior: sus virtudes, su perfección, sus alegrías, sus tristezas, pero sobre todo, su amor virginal por Dios, su amor de madre por su Divino Hijo y su compasivo amor de madre por todo los pecadores. Debemos amar su corazón físico y las bellezas de su alma, tal como el cuerpo y el alma constituyen al ser humano. San Agustín escribe que María no estuvo pasiva al pie de la cruz, sino que cooperó en la redención a través de su caridad ardiente.





Qué nos Enseña María en la Contemplación. Mayo 2015



La contemplación de Cristo tiene en María su modelo insuperable. El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial. Ha sido en su vientre donde se ha formado, tomando también de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente más grande aún.
 –Juan Pablo II en su Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae. No. 10



 San Juan Pablo Magno dedicó a la Santísima Virgen su carta apostólica ‘Rosarium Virginis Mariae’, habiéndola publicado el 16 de Octubre del 2002, precisamente el 25˚ Aniversario de su pontificado. Ese mismo año, proclamó el Año del Santo Rosario, aprovechando también el 40˚ Aniversario del Concilio Vaticano II, en el cual él mismo tuvo una trascendental participación. El Santo Padre   se propuso exhortar a la contemplación del rostro de Cristo en compañía y a ejemplo de su Santísima Madre. Recitar el Rosario, es en realidad contemplar con María -Madre y Maestra de la contemplación- el rostro de Cristo.  Vuelve a proponer, como ya lo había hecho en para exhortar a la contemplación del rostro de Cristo en compañía y a ejemplo de su Santísima Madre. Recitar el Rosario, es en realidad contemplar con María el rostro de Cristo.  La contemplación del misterio cristiano en el Rosario es una pedagogía de la santidad.

El rostro brillante como el sol que se vislumbró en Fátima y en De La Salette  es el mismísimo rostro de la madre de Jesús que en la escena evangélica de la Transfiguración, en la que los tres apóstoles Pedro, Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor. La Transfiguración puede ser considerada como icono de la contemplación cristiana.

Nadie se ha dedicado con la asiduidad de María a la contemplación del rostro de Cristo:

· Una mirada interrogadora, como en el episodio de su extravío en el templo: « Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? » (Lc 2, 48).
· Una mirada penetrante, capaz de leer en lo íntimo de Jesús, hasta percibir sus sentimientos y presentir sus decisiones, como en Caná (Jn 2, 5).
· Una mirada dolorida, sobre todo bajo la cruz.
· Una mirada radiante por la alegría de la resurrección.
· Una mirada ardorosa por la efusión del Espíritu en el día de Pentecostés (Hch 1, 14).
  Vivamos en sintonía con la mirada de María.



Vivamos la Pascua con María. Abril 2015


Para recibir la infusión del Espíritu Santo y recibir al paráclito, consolador que Jesús prometió a sus discípulos antes de volver a la morada eterna del Padre, el mejor camino es compartir con María el camino de alegría que fortalece nuestra esperanza. Tan sólo tratemos de reflexionar qué lecciones aprendió María acerca de la Pascua de Resurrección. Siendo Ella la primera discípula, podemos aprender mucho de esta madre amorosa y educadora:

à La Resurrección es la declaración de inocencia de Dios Padre sobre Jesús. “Se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso  Dios lo exaltó y le dio el nombre que está por encima de todo nombre, para que ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla, en los cielos, en la tierra y en los abismos, y que toda lengua proclame que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”. (Fil 2, 8-11).  Más que una reivindicación, San Pablo nos habla de una glorificación absoluta.

à La cruz se convirtió en un cetro real. Con la Resurrección, sabemos que el Amor de Dios gobierna al mundo y que el mal no tiene la última palabra. Por eso debemos alegrarnos por la salvación que nos ha traído Jesús, que venció a la muerte.

à María contempló cómo el rostro del siervo sufriente se embellecía con la hermosura del amor glorificado. Ella nos anticipa  cómo contemplaremos el rostro de Jesús.

à Ella contempló con anticipación al mismo  Cristo que fue despojado de sus vestiduras, revestido de majestad y esplendor. (Sal 104, 1).

à María, cuya alma fue traspasada por una espada, como lo profetizó Simeón, contempló la realización de su Hijo como la piedra angular que habían desechado los constructores. Pongamos nuestra confianza en Él, siguiendo su ejemplo.








¿Somos Buenos discípulos de María? Marzo 2015


“¡No tengáis miedo de nada! Porque María es nuestro Auxilio, es nuestra Madre y Maestra que nos enseña a ser verdaderos discípulos misioneros de Jesús y a cuidar de nuestra vida para hacerla más humana, según la medida de Cristo, el Verbo eterno nacido de Mujer”
-P. Ángel Fernández Artime, SDB-



"María Mujer, Madre, Maestra y Auxilio” . Así inició su homilía del 24 de Mayo pasado en Turín, Don Ángel Fernández Artime. Era su primera visita a la Basílica de María Auxiliadora, ya como Rector Mayor de los Salesianos.

Al referirse a María como Maestra, citó dos pasajes del Evangelio. La maestra que nos repite una y otra vez: «Haced lo que Él [Jesús] os diga» (Jn 2,5); la maestra que ha sido la primera en saber guardar todas las cosas de Jesús en su corazón (Lc 2,51) y nos enseña a hacer lo mismo. Un cristiano es aquel que sabe guardar las cosas de Jesús en su corazón y bebe siempre de ese tesoro.

Ella, la mujer, la madre, le ha sido señalada a Don Bosco como aquella que le iba a hacer ver cómo cumplir la misión asignada, “la maestra bajo cuya disciplina puedes llegar a ser sabio, y sin la cual toda sabiduría se convierte en necedad” (MO). Y la “disciplina” es propia de los “discípulos”.

Vale la pena examinarnos para considerar qué clase de discípulos suyos somos -explica Don Ángel-. Podemos usar como marco de referencia al mismo Don Bosco, a Madre Mazzarello y a los primeros discípulos en la Familia Salesiana.

María no es una Maestra con un estilo académico. Es una Maestra de la Vida, la primera evangelizadora y una Madre Educadora, cuya misión se orienta directamente a los corazones.  Es una Educadora que no es indiferente hacia sus hijos.

María es Auxilio. La primera acción de la mujer ya madre, después de la Anunciación del Ángel fue ponerse al servicio de Isabel (cfr. Lc 1, 39 y sig.). Dice el Evangelio que «¡se levantó presurosa!».

 ¡Qué bella expresión de servicio eclesial y en particular de servicio salesiano!: presurosos tratamos de ponernos al servicio para cuidarnos de la vida que crece y que muchas veces se ve amenazada: Ella que “permaneció con [Isabel] unos tres meses [antes] de volver a su casa». María es aquella que se da cuenta de que faltaba el vino en Caná… que hace actuar a Jesús haciéndose así ayuda para que no faltase la alegría en la fiesta de la vida.



Cómo Debe ser Nuestra Devoción a María. Febrero 2015



¡María es la Dispensadora de las Gracias de Dios! (Oficio de los Griegos) Ella fue llamada por la augustísima Trinidad para intervenir en todos los misterios de la misericordia y del amor, y fue constituida Dispensadora de todas las gracias.      
   (San Pío X).





 Nuestra devoción debe ser verdadera, libre de falsedad y de todos aquellos vicios sobre los que nos advierte San Louis Marie Grignion de Monfort en su clásico ‘Tratado de la Verdadera Devoción a María’. En esa misma obra, nos ofrece las características de la verdadera devoción:

1. Interior. Brota de la mente y del corazón. Fluye de la estima, de la idea que tenemos de su grandeza y del amor que le tenemos.

2. Tierna. Llena de confianza en Ella, como un niño que ama a una madre amorosa. Este recurso hace que el alma le encomiende sus necesidades corporales y mentales, de una manera sencilla, implorando su ayuda en toda ocasión.

3. Santa. Conduce al alma a evitar el pecado y a imitar las virtudes de la Virgen, particularmente: su humildad profunda, su fe viva, su ciega obediencia,  su oración continua, su pureza, ardiente caridad, paciencia, su angelical dulzura y divina sabiduría.

4. Constante. Confirma al alma en la bondad y no permite que abandone fácilmente sus ejercicios espirituales. El alma se acostumbra a vivir por la fe y no dejarse llevar sólo por el errático sentimiento natural.

5. Desinteresada. Inspira al alma a buscar a Dios en su Madre, en vez de buscarse así misma. Amemos a María más allá de los favores que podemos obtener mediante su intercesión. Ella merece nuestro amor tanto por su testimonio en el Calvario, como en la boda de Caná.

   Debe haber coherencia en nuestra vida interior y la exterior. Es importante que seamos sus devotos en un grupo como ADMA y recemos el Santo Rosario, pero debemos avanzar de virtud en virtud, de gracia en gracia, de luz a luz hasta que logremos transformarnos en almas que reflejen la esencia del mismo Cristo Jesús, tanto en su plenitud aquí en la Tierra, como en su gloria en el Cielo. Sólo así alcanzaremos la perfección.